Desde la entrada en vigor del estado de alarma el pasado 14 de marzo, las entradas y salidas de vehículos pesados de la ZAL Port de Barcelona se han incrementado notablemente respecto a la media diaria habitual.
Según los datos recopilados y monitorizados por Cilsa – entidad gestora de la ZAL Port– a través de los sensores de gálibo instalados en los cuatro accesos, este aumento ha sido considerable llegando a picos de más del 45% y del 70%.
Sin embargo, el mayor pico se produjo el 14 de abril, día en qué se retomaba la actividad después de Semana Santa y que coincidía con el fin del confinamiento total. Durante esta jornada, las entradas y salidas de vehículos pesados fueron un 85% superiores a la media de una jornada normal.
En cambio, el tráfico de vehículos ligeros ha disminuido significativamente como consecuencia del confinamiento llegando al -70% durante el confinaminto total y manteniéndose alrededor del -40% durante el parcial.
Estos datos son indicadores de la plena actividad de la ZAL Port durante los momentos excepcionales que estamos viviendo y demuestran una vez más su importancia como eslabón esencial para abastecer la cadena de suministro. Desde el inicio de la crisis provocada por la COVID-19, la ZAL Port ha estado 100% operativa al servicio de sus clientes y de la sociedad trabajando e incrementando su nivel de servicios para garantizar el abastecimiento.